100 días es lo que la costumbre suele otorgar a los nuevos equipos de gobierno para que las políticas prometidas en elecciones empiecen a dar resultados

El 26 de septiembre se cumplieron 100 días desde que José María Moreno fue elegido alcalde de Moralzarzal. U PP y Vox empezaron a dejar claras sus políticas desde el primer momento.

En una semana ya se habían posicionado en contra del colectivo LGTBi, eliminaron la concejalía de Participación, los Consejos Sectoriales, los Presupuestos Participativos, y despidieron al técnico del área, anulando así la participación ciudadana en los asuntos municipales.

Redujeron a la mitad los Plenos Ordinarios a celebrar y los pasaron a la mañana, dificultando la asistencia de los vecinos e incluso de los propios concejales de la oposición. Ya dijeron que eso de celebrar Plenos era “perder el tiempo”. Además, despojaron al Pleno de sus competencias, pasándolas a la Junta de Gobierno, donde se tomarán todas las decisiones a puerta cerrada, sin ninguna información previa.

Se olvidaron de la paridad, que por ley debieron aplicar en la lista electoral, y ni una sola mujer ha sido nombrada Teniente de Alcalde, miembro de la Junta de Gobierno Local o concejal con dedicación exclusiva y jornada completa. Todo eso quedó reservado para ‘los hombres’ del partido.

En definitiva, en 10 días recorrieron el camino inverso al que realizó VMP! estando en gobierno, y quitando derechos que parecían afianzados. Craso error pensar que hay algo consolidado, cuando quien entra lo hace con ganas de derribar lo construido, importándole poco si es bueno o malo y lo que le vaya a costar al pueblo.

En los siguientes tres meses la masa salarial del Equipo de Gobierno subió más de un 46%, comenzaron con las operaciones urbanísticas/inmobiliarias preparando una modificación del planeamiento urbanístico de la que no hay información, iniciando compras de suelo sin decir ni donde ni para qué y planificando la transformación de caminos rurales. Todo eso sin dar explicaciones.

Paralizaron la unificación del Colegio El Raso, actuación solicitada por la Comunidad Educativa y abrieron la Escuela Taurina, actuación solicitada por nadie.

Aumentaron el presupuesto de Fiestas en 100.000 €, que irían íntegramente para festejos taurinos, pero bajando los precios de los abonos, claro.

Han eliminado los despachos de la oposición y han convertido la revista en un vergonzoso panfleto del PP y Vox pagado por todos, con más opinión política que información municipal.

Eliminaron el Pedibús, así como la app municipal sin tener alternativa alguna.

Han resuelto el contrato de mantenimiento de alumbrado público sin tener reemplazo ni alternativa, y a la vista está que se les acumulan los problemas sin poder solucionarlos.

Han suspendido las obras de renovación de las canalizaciones de agua y la remodelación de la rotonda del Puskas.

Han abandonado el Arboreto como centro de educación ambiental y lo están dejando morir (ni lo usan, ni lo cuidan, ni lo protegen) y han destrozado un terreno forestal de protección en la Dehesa para hacer las Fiestas y meter allí miles de personas, con la degradación que supone y el evidente riesgo de incendio. Ni siquiera iban a poner el Punto Violeta en Fiestas y gracias a la presión de la oposición terminaron instalándolo, eso sí, en un lugar apartado donde su función se vio muy limitada.

Por cierto, unas fiestas del todo deslucidas. Mas allá del discutible megaconcierto todo ha ido a peor, menos actividades, menos opciones para niños, para mayores, de deportes…, un pueblo vacío y de una evidente menor calidad en todo.

Y de su programa, lo que por ahora han cumplido ha sido poner la pantalla para los encierros. Porque el Plan de choque (3 meses) de limpieza y embellecimiento del pueblo ni está ni se le espera. Y del resto nada por ahora, que sepamos, porque si algo está caracterizando a este Gobierno es la falta total de transparencia e información. En solo tres meses lo han convertido en su sello de identidad, junto con su ya tradicional costumbre de decir una cosa y hacer lo contrario.

Tardaron casi tres meses en convocar el primer Pleno Ordinario de la legislatura, aunque dado que lo han vaciado de contenido y competencias, y que lo consideran una pérdida de tiempo, para ellos tendrá sentido. En los plenos celebrados no da ni información ni explicaciones de nada de lo que se les pregunta. Quizás olvidan que el Pleno es el órgano de máxima representación política de los ciudadanos en el gobierno municipal y que, ya que más del 48% de los votantes de Moralzarzal no les votaron, les deben un respeto a ellos y al resto de los ciudadanos. Y que éstos tienen derecho a que sus representantes en el ayuntamiento puedan expresar y defender sus posturas, sus opiniones y sus explicaciones.

En conclusión, 100 días nefastos en los que hemos visto cómo se ha retrocedido en participación, transparencia, tolerancia, derechos, igualdad, democracia y respeto a los que no sean ellos, y que dejan clara cuál va a ser la política del PP y Vox en estos cuatro años: pan y circo, y por supuesto ladrillo.

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