Hace aproximadamente un año, un grupo de vecinos de Moralzarzal, hartos de que la política en nuestro pueblo no contemplara las necesidades básicas de sus ciudadanos, decidimos fundar un partido político. Desde el primer momento, nuestro objetivo fue hacer política de manera diferente. Poco a poco, armados con esta forma de pensar y de los aires de renovación que se han duplicado por doquier, se fueron sumando más vecinos.

Los resultados de las elecciones municipales, que nos otorgaron 1.733 votos y cinco concejales, fue una especie de refrenda a esta idea. Tras el recuento electoral, las lágrimas de alegría inundaron nuestra caras y nos convencimos de que podríamos hacer las cosas de otra forma.

Lamentablemente, nos hemos tropezado con la cruda realidad… Somos un partido político nuevo, con gente que, en su mayoría, se acerca por primera vez a la política con la intención de afrontarla de otra manera. Pero no nos han dejado. Para gobernar,  necesitábamos los apoyos de MEC y PSOE y no nos los han dado.

Les hemos propuesto nuestra idea de cómo hacer las cosas. Una forma no excluyente, que quiere sumar. A ellos, a los votantes del PP e, incluso, a los de LEI y UPyD, que no han llegado al consistorio pero han reunido votos de 403 ciudadanos. Y el peor momento de la negociación es cuando esta idea ha provocado una carcajada generalizada en los que quieren ser nuestros socios de gobierno.

Ellos hablan de que la democracia son mayorías y minorías. Nosotros, la entendemos como diálogo para llegar a acuerdos. Su objetivo es, en diferentes fórmulas, repartir las concejalías del Ayuntamiento. Nosotros, en cambio, proponemos gobernar en minoría y obligarnos a pactar cada iniciativa que salga al pleno. La vieja política contra la nueva política.

Nos sentimos decepcionados y dolidos. Durante estos días se nos ha dicho que estamos aquí por el dinero, que lo queremos todo para nosotros, que nos puede la soberbia… Pero quienes nos lanzan esas acusaciones no parecen darse cuenta de que, si ese fuera nuestro objetivo, habríamos llegado ya a un pacto para repartir el Ayuntamiento. En cambio, parecen no querer ver que, si no podemos conseguir esta nueva forma de gobernar, y antes de traicionar nuestras convicciones, preferimos estar en la oposición y realizarla de manera responsable.

Mucha gente dice entender nuestra postura. Otros, afirman que nos votaron y que no lo volverán a hacer. Hemos recibido hasta insultos y predicen que esta postura nos hundirá. Puede ser, pero ¿no se dan cuenta que estamos actuando con total honestidad? Lo fácil hubiera sido decir sí al pacto. La política vieja.

Se ha constituido un frente anti Moreno. Hay verdadero odio hacia él. Quizás se lo tenga merecido por sus políticas de rodillo y sus ataques a La Dehesa Vieja y otros espacios naturales. Hay personas en los otros partidos que han aguantado estoicamente durante años sus burlas y desprecios en los plenos. ¿No prefieren otorgarnos el beneficio de la duda?

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